Comparto un artículo muy interesante publicado en el Facebook de la Asociación Mandu’ara, del 27 de mayo de 2014:
«LA INMIGRACIÓN ITALIANA EN PARAGUAY
Si bien hasta la Guerra de la Triple Alianza, el flujo migratorio desde Italia no se realizó a gran escala, ya entonces algunas ciudades como Asunción, Villarrica, Pilar y Concepción contaban con inmigrantes italianos, resaltando entre otros el caso del Mayor Sebastiano Bullo (comerciante italiano establecido en Villarrica) que se alistó en el ejército paraguayo con la elite del célebre «Batallón 40» y que después de demostrar su arrojo, valentía y coraje «cien veces» en Estero Bellaco sucumbió heroicamente en Tuyutí «como los más bravos héroes de esta tierra». Otro italiano destacado en la preguerra fue el arquitecto Alessandro Ravizza, que diseñó el Palacio de López, el Oratorio de la Virgen de la Asunción (Panteón Nacional de los Héroes) y la Estación Central del Ferrocarril.
Al final de la Guerra arribaría con el Ejército Aliado el médico italiano Francesco Morra Chiomenti. Natural de Cerignola, Provincia de Foggia, nació un día como hoy 27 de mayo pero del año 1841, y sería el principal impulsor de la inmigración italiana en el Paraguay, además de un gran empresario y emprendedor. El contingente de inmigrantes italianos en Paraguay, fue en gran medida el más sobresaliente de ciudadanos extranjeros que se establecieron en el país en los primeros años de la posguerra.
Una de las instituciones fundadas por los inmigrantes italianos y que tuvo especial relevancia fue “Società Italiana di Mutuo Soccorso», creada el 8 de septiembre de 1871 con el fin asistir a los ciudadanos italianos afincados en Paraguay, bajo el estricto sentido de solidaridad, sentimientos y aspiraciones que las unía en los emprendimientos. Más de 80 inmigrantes italianos participaron de la Asamblea fundacional, donde la Directiva quedó bajo la presidencia de Francisco Badano.
En el periodo comprendido entre los años 1882 y 1907, los italianos constituyeron el grupo más numeroso, superando el 27% del total de extranjeros llegados al Paraguay. La mayoría de los inmigrantes italianos provenían principalmente de las provincias de Lombardía (especialmente de Bérgamo) y del norte de Italia y comprendían individuos que arribaron al Paraguay por riesgo y cuenta propia.
Este conjunto de inmigrantes, conformado en gran medida por obreros, arquitectos, ingenieros y en menor medida por profesionales de otras ramas, ejerció gran influencia, en especial, en el crecimiento y desarrollo urbanístico de Asunción y en el mantenimiento del sistema ferroviario paraguayo. Los italianos formaban parte directa en los movimientos y actividades que se desarrollaban en la ciudad, tanto en el orden económico, cultural y social. En este sentido, cargos de relevancia en diferentes niveles fueron ocupados por ciudadanos extranjeros.
En 1886, Asunción contaba con 23.304 habitantes, de los cuales un pequeño porcentaje, que rondaba el 6%, correspondía al grupo de extranjeros residentes en la capital. Sin embargo sólo el 36% de los comercios pertenecían a ciudadanos paraguayos. Esto se relaciona también con el factor demográfico puesto que la Guerra de la Triple Alianza (1860-1870), que significó la derrota de Paraguay tras 6 años de enfrentamientos y dejó como consecuencia la desaparición de gran parte de la población nativa. A principios del siglo XX la colonia italiana llegaba a casi 4000 personas (casi el 20% de la población de Asunción), la mayoría concentradas en la capital y alrededores.
Durante la Guerra del Chaco, los italianos y sus hijos participaron activamente en contra de Bolivia y algunos aviadores italianos, recién inmigrados de Italia, fueron fundamentales en la victoria final de Paraguay. Se destaca también, entre muchos otros, la labor del Ing. José Bozzano (paraguayo hijo de italiano y argentina) al frente del Arsenal de Guerra y Marina y antes, en el diseño de las cañoneras «Humaitá» y «Paraguay» que dominaron el río durante toda la contienda chaqueña.
Los italianos se integraron totalmente a la sociedad paraguaya y hasta hoy, esta comunidad con sus descendientes ya paraguayos se destacan por su laboriosidad y emprendimiento en agricultura, ganadería, industria, comercio y servicios. Los italianos luego no sólo se afincarían en Asunción y alrededores sino en otras ciudades y regiones del interior, que a su vez recibió a italianos y descendientes provenientes de otros países que volvían a emigrar para asentarse en el Paraguay.
Asimismo, la cultura y la gastronomía italiana se introdujeron al Paraguay con la particularidad de que al contrario de lo que ocurrió en la Argentina, Uruguay o Brasil, donde los inmigrantes italianos mantuvieron intactas sus recetas, algunos platos aquí recibieron «préstamos» de la cultura local para convertirse o formar otros nuevos, hoy típicos del Paraguay, como el «ñoquis con pollo» o «tallarines con peceto acompañados de mandioca».
Agunos apellidos italianos en Paraguay: Albertini, Alfieri, Altieri, Alviso, Antola, Aquino, Battaglia, Battilana, Bellucci, Belotto, Berni, Bertolucci, Boccia, Boggiano, Boggino, Boscarino, Boselli, Bozzano, Brusquetti, Buccini, Buongermini, Caffiero, Caggiano, Camperchioli, Canale, Canata, Canessa, Canese, Casaccia, Casartelli, Cassanello, Castellani, Cataldi, Cataldo, Cattoni, Causarano, Cazzola, Colombino, Contini, Constantini, Di Martino, Di Natale, Di Pardo, Di Tore, Falabella, Fiore, Fiorio, Formichelli, Forneri, Fracchi, Fraccia, Grassi, Guccione, Guggiari, Lafranconi, Laneri, Laterra, Lorenzi, Luraghi, Lusardi, Machi, Maggi, Malatesta, Manzoni, Manchini, Marini, Martinessi, Mascheroni, Mazzoleni, Michelagnoli, Nardelli, Nicoletti, Nicoli, Oddone, Pangrazio, Pappalardo, Papaluca, Pastore, Pavetti, Pecci,Pellegrini, Peroni, Piaggio, Piatti, Picchioni, Piccinini, Pietroni, Poletti, Raniolo, Ranoni, Rapetti, Raverti, Rubiani, Ruggilo, Sapienza, Scarone, Saccarello, Sacco, Saccomani, Sachero, Scappini, Scavone, Schembori, Schenoni, Schenone, Scorza, Serafini, Spatuzza, Speciale, Spatuzza, Speranza, Spezini, Spinzi, Sugastti, Tavarelli, Testa, Toffoletti, Trapani, Zanotti, Zotti, Zuccolillo, entre muchos otros.
FUENTES: «Enciclopedia Histórica del Paraguay» / «Cent’anni di emigrazione italiana (1876-1976)» de Carlo Favera / «L’emigrazione italiana in Paraguay:una piccola ma significativa presenza» de Odoardo Bussini / «Degli italiani ad Asunción» de la Asociación de Mantovani en el mundo / Artículo y recopilación de Eduardo Nakayama

Escribir unaIMAGEN: La familia de Francesco Nardelli (cuyo apellido también se halla presente en Paraguay) en una postal familiar en Bahía Blanca (Argentina), de la Asociación de Trentinos de Bahía Blanca.»
Pueden encontrar el artículo original en este link. Les recomiendo leer el hilo de los comentarios, muchos de los cuales son de descendientes de inmigrantes italianos que aportan más información a este tema.
Apellido SPERATTI
Un apellido que quiero sumar a este informe sobre la inmigración italiana en el Paraguay, es el apellido SPERATTI (que luego tuvo sus variantes «Sperati», «Esperati»), de origen italiano.
Este debe ser uno de los apellidos italianos en Paraguay más antiguos. Lleva más de 200 años en el país. La familia de José Tomás Speratti Proverbio (nacido en Milán en 1753), casado con la porteña Juana Gurriguri (o Burburo, Barburo, Buruburu… y hay más variantes) llegó al Paraguay procedente de Buenos Aires aprox. en el año 1800. Se establecieron en el pueblo de Santa Rosa de las Misiones (donde nacieron algunos de sus hijos), y después en Quyquyhó. Una de las Speratti, nieta de José Tomás, llamada Felipa Eugenia Speratti, se casó con Bonifacio Meaurio en Quyquyhó. Estos últimos son los bisabuelos de mi bisabuela paterna Ana Cañete Meaurio. O sea que José Tomás Speratti es mi abuelo 7mo.
Antes de llegar al Paraguay, la familia de José Tomás Speratti vivió en Buenos Aires unos 20 años aprox. En 1780 nació en esa ciudad el primer hijo de José Tomás Speratti y Juana Gurriguri, a quien llamaron Martín Antonio Cayetano. Lo bautizaron en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, el 13 de Nov. de 1780. Luego, tuvieron muchos hijos más (tengo contabilizados 11, algunos nacidos en Paraguay). Una de ellas, María del Carmen, nació en Santo Domingo Soriano, Uruguay, en 1790. Y en Buenos Aires también nació, en 1792, a Josefa Facunda Speratti, quien fuera esposa del prócer del Paraguay Fulgencio Yegros.
Bisnietas de Josefa Facunda Speratti (descendientes de uno de sus hijos naturales) fueron Adela y Celsa Speratti, célebres maestras, símbolos de la educación en el Paraguay. En 2009 apareció un billete de 2000 guaraníes que lleva sus rostros (aunque, según la historiadora Ana Barreto, el rostro de la derecha corresponde a otra persona).

Firma de Tomás Speratti, patriarca de los Speratti del Paraguay, en 1812. Fuente: Familysearch (Doc. hallado por el Arq. Osvaldo Acosta Queirolo. Recomiendo mucho que visiten su sitio de MyHeritage, que contiene un árbol genealógico muy extenso)

Billete de 2000 guaraníes, en donde se homenajea a las hermanas Adela y Celsa Speratti.
Invito a los Speratti con raíces paraguayas que lean esta entrada (que son todos primos lejanos míos) a que me escriban, para armar la genealogía de este apellido tan singular.